Ordenes religiosas en el Virreynato del Perú y Cusco

Introducción

Las primeras órdenes religiosas que llegaron al Perú fueron las de los dominicos, franciscanos y los agustinos. Entre los misioneros había ideas distintas sobre la forma de convertir a los indígenas. Unos pensaban simplemente en destruir los templos, prohibir los antiguos rituales y castigar a los que insistieran en practicarlos. Otros creían que era necesario convencer a los indígenas mediante la predicación y el ejemplo, para lograrlo deberían conocer la lengua y las costumbres de cada pueblo y tratar humanamente alas personas.

Gran parte del conocimiento que tenemos sobre las culturas indígenas de la época de la conquista se lo debemos a los misioneros. Aprendieron las lenguas, escribieron diccionarios y recogieron información valiosa sobre el saber y forma de vida de nuestros antepasados

¿Cómo se realizo la primera evangelización?

La evangelización se dio de manera paulatina a media que llegaban las órdenes religiosas, pero también con cierto desorden pues la dispersión de los misioneros impedía una eficaz labor centralizada. Las primeras acciones importantes de evangelización empezaron después del primer Concilio Límense en 1551.

La llegada de las ordenes religiosas

ÓRDENES RELIGIOSAS: Las órdenes religiosas llegaron al Perú durante el proceso de invasión y colonización española a América. Fueron organizaciones pertenecientes a la iglesia católica, tuvieron como labor adoctrinar a los indígenas, además fundaron conventos y monasterios por todo el territorio virreinal.

¿Cuáles fueron las órdenes religiosas en el virreinato?

2.2 LA ORDEN DE FRAILES (Franciscanos)
- Arribaron en 1532.
- Fue la orden con mayor número de miembros en el Perú.
- Fundaron muchas misiones en la selva central (Convenio de Ocopa).
La Orden de Frailes Menores llegó al Perú en 1533, dedicándose especialmente a las misiones, es decir, a la difusión del catolicismo en el virreinato. Llegó a instalar conventos en Arequipa, Huamanga, Trujillo, Chachapoyas y otras ciudades (construyeron el Convento de Ocopa, en Huancayo). Fue una de las órdenes que más trabajó con misiones a las inhóspitas regiones de la selva.
Esta orden destacó entre las demás por su vocación misionera. Los franciscanos llegaron hasta los lugares más recónditos del virreinato con la finalidad de llevar la palabra de Dios a todos los indígenas, ya que no se conformaban con los centros de enseñanza ubicados en las parroquias o en las reducciones. La labor franciscana no se centró solo en la evangelización, sino también en la enseñanza de labores agrícolas y al aprendizaje del castellano.


2.3 LA ORDEN DE LA MERCED (Mercedarios)
- Llegaron en 1533.
- Fueron criticados por su excesiva acumulación de bienes materiales.
- Tienen su apogeo en la escritura

La Orden de la Merced arribó al Perú en 1533 y su centro de operación fue la ciudad de Lima. Explotó bienes inmuebles incursionando en las haciendas y otro tipo de negocios (repartimientos, encomiendas). Logró controlar la Santa Inquisición desde mediados del siglo XVIII.
Sin embargo el número de miembros de la orden no fue significativo en comparación con el número de las otras órdenes religiosas. Su carácter misionero hizo que la orden mercedaria llegara a las altas cumbres cordilleranas en búsqueda de indios para evangelizar. Fueron mercedarios Fray Martín de Murúa, cronista que se dedicó a la recopilación de la historia del Tahuantinsuyo y autor de la crónica "Origen y Descendencia de los Incas" y Fray Diego de Porres, misionero dedicado a la enseñanza de la fe católica, apoyándose en instrumentos nativos como el quipu.

2.4 LA ORDEN DE SAN AGUSTIN (Agustinos)
Llegaron al Perú en 1551.
La Orden de San Agustín llegó en 1551 y se instaló en Lima co mo la Provincia Nuestra Señora de Gracia del Perú, y en varias partes del virreinato peruano, principalmente en la Sierra, extendiéndose incluso hasta el Alto Perú. Tomaron a su cargo el célebre santuario de Copacabana, a orillas del Lago Titicaca.
Su rápido desenvolvimiento le permitió crecer rápidamente, es por ello que en menos de diez años tuvo iglesias y conventos en las principales regiones del virreinato. Abocada al igual que sus pares a la evangelización indígena, tuvo un papel preponderante en la conversión de los curacas y hombres principales de los ayllus descendientes de los incas. Uno de los principales representantes de la orden es sin duda Fray Antonio de Calancha, autor de una extensa crónica sobre las acciones agustinianas en el virreinato peruano. Los agustinos fueron una de las órdenes que más se dedicaron a la extirpación de idolatrías en los Andes. Sobresale en esta labor Alonso Ramos Gavilán, quien realizó una exhaustiva búsqueda de información sobre los cultos locales y manifestaciones religiosas andinas. Predicaron con gran eficacia la doctrina católica a las poblaciones indígenas.

2.5 LA COMPAÑÍA DE JESUS (Jesuitas)
La orden de la Compañía de Jesús o Jesuita llegó al virreinato peruano en 1568. Desde su arribo defendió con energía a los indígenas, obteniendo por ello grandes pleitos con la administración local. Su labor evangelizadora no solo se centró en los indios del común, sino también en los descendientes de los principales curacas incaicos. Es por ello que fundaron en Lima y Cuzco los Colegios Mayores para la educación de la nobleza andina. Para los jesuitas era importante la educación de los españoles. Tanto en Lima como en Cuzco fundaron colegios, y en la ciudad imperial, una universidad.
La Compañía de Jesús vino al Perú en 1568, como una organización moderna y poderosa, al servicio de la Contrarreforma, es decir, a la lucha contra los protestantes europeos.
Su labor evangelizadora no solo se centró en los indios del común, sino también en los descendientes de los principales curacas incaicos. Es por ello que fundaron en Lima y Cuzco los Colegios Mayores para la educación de la nobleza andina. Para los jesuitas era importante la educación de los españoles. Tanto en Lima como en Cuzco fundaron colegios, y en la ciudad imperial, una universidad.
La lengua nativa no escapó al conocimiento de los jesuitas. Estudiaron a fondo el quechua y el aymara. Fruto de ello fue el diccionario de la lengua quechua de Diego Gonzales Holguín, escrito en 1608 y el "Vocabulario de la lengua aymara" de Ludovico Bertonio, impreso en 1608. Estos textos fueron de vital importancia para la labor evangelizadora pues otorgaban herramientas indispensables para el conocimiento de la lengua local, así como para la correcta interpretación de las tradiciones orales andinas.
A lo largo de los años la orden jesuita amasó una gran fortuna debido al usufructo de sus haciendas, estancias y a los préstamos que hacían a particulares. Su poder y vínculo con la santa sede inquietó a la corona a tal punto que ésta ordenó la expulsión de la orden en todo el imperio español en 1767. La orden jesuita regresó al Perú recién en 1871.

Evangelización en el Virreinato

1 Los concilios
Ante la heterogeneidad de las costumbres y creencias de la población indígena peruana, la Iglesia decidió organizar una serie de concilios en los que se discutieron los procedimientos más adecuados para evangelizar en el Perú. El obispo Jerónimo de Loayza organizó los dos primeros concilios limeños (1551-1552 y 1567), a los que acudieron representantes de las órdenes religiosas establecidas en el Perú. En estos concilios se ordenó destruir las huacas y colocar cruces o construir templos sobre cada uno de ellas. Cada pueblo debía tener un templo. También se dio autorización para que los indígenas recibieran los sacramentos del bautismo, la penitencia y el matrimonio, pero con una enseñanza previa a cargo del cura. Asimismo, los sacerdotes debían aprender las lenguas aborígenes para instruir a los indígenas.
El tercer concilio (1582) fue convocado por el arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, y acudieron representantes eclesiásticos de toda América del Sur y Centroamérica. En este concilio se ordenó la elaboración de un catecismo único en español, quechua y aimara, y se prohibió a los sacerdotes y agente, pastorales dedicarse al comercio para evitar que abusaran de los indígenas en beneficio de sus negocios.

2 Diálogo interreligioso
Aunque a principios del siglo XVI los teólogos consideraban demoniacas las costumbres y religiones nativas de América, justificando así la destrucción física de huacas y objetos de culto, el difícil trabajo de evangelización hizo entender a los misioneros que podían avanzar en las enseñanzas del cristianismo valiéndose de los aspectos de la cultura indígena que no se opusieran a la justicia de a la religión católica. Inclusive se sostuvo que antes de la conquista los apóstoles Tomás y Bartolomé habrían predicado en América, lo que hacia posible similitudes entre religiones indígenas y la católica. Si bien estas ideas fueron descartadas por el discurso eclesiástico oficial, ya se había abierto el camino al sincretismo religioso que daría forma a lo que conocemos como cristianismo popular.

3 Cristos, Vírgenes y Santos
La poca profundidad de la evangelización colonial, la fuerza de las costumbres prehispánicas y el sincretismo desatado quedaron plasmados tanto en la devoción como en la expresión de la religiosidad popular. Las diversas representaciones de Cristo y la Virgen, con matices locales para facilitar la evangelización, dieron pie a un proceso de reinterpretación de las imágenes sagradas por la población nativa. En consecuencia, los nuevos conversos llegaron a incluir en la categoría de santos a distintas manifestaciones de la Virgen María y de Cristo. La representación material de estos, en lienzos o imágenes, los hacía más cercanos a los nuevos creyentes.

4 Las misiones en la evangelización del Perú
Se consideran que el siglo XVI fue el gran siglo misional porque durante ese tiempo se logró bautizar a gran parte de los indígenas de la costa y de la sierra peruana. Recién en el siglo XVII los misioneros ingresaron a la selva a evangelizar, con el objetivo de convertir a los indígenas aún paganos. La Corona contribuyó a la labor misional con el envío de religiosos al Perú.
Entre 1530 y 1820 llegaron a nuestro territorio 2 171 misioneros, la mayor parte de ellos franciscanos y jesuitas. Los miembros de estas órdenes religiosas realizaron el más intenso e importante trabajo misional durante la colonia.
En el caso de los agustinos, estos estuvieron presentes en diversos lugares del Perú: la antigua provincia de Huamachuco, la selva de Ayacucho, entre otros.
Los primeros que desarrollaron la labor misional en la selva fueron los franciscanos, inicialmente desde Huánuco y posteriormente desde el colegio misionero de Ocopa. Los dominicos también tuvieron misiones en la selva central. Las misiones que tuvieron a su cargo los jesuitas se ubicaron en Mojos (Bolivia) y Maynas. Las misiones coloniales en la selva enfrentaron grandes dificultades por las características del hábitat, las epidemias y por los conflictos con Portugal, que impulsó un constante proceso de expansión de sus fronteras amazónicas.

5 Las Cofradias
Eran la más importante forma de agremiación, encargada de ciudar el templo y vigilar y acrecentar sus bienes. Se trataba de una institución europea importada a las colonias americanas que permitió a los indígenas conversos y a todos los nuevos cristianos acercarse a la organización eclesiástica.
En las parroquias de indígenas eran comunes las cofradías formadas en torno a la veneración de un santo, santa, cristo o virgen, y a las que se formaban a partir de un gremio artesanal o profesional, bajo la advocación de una imagen sagrada, en torno a la cual se organizaban diversas actividades.

6 Los Santos peruanos
Los evangelizadores en el Perú vieron coronada su labor cuando se elevó a santidad a personajes nacidos o relacionados en este virreinato o relacionados con él desde el siglo XVI. Los nuevos santos no solo se convirtieron en figuras ejemplares para la vida religiosa sino que fueron depositarios de la devoción del clero.
Otro personaje vinculado al Perú que fue elevado a los altares por las Iglesia es el español Santo Toribio de Mogrovejo (1538-1606), quien llegó al Perú en 1581 y fue el segundo arzobispo de Lima. Destacó por iniciar las grandes visitas pastorales y por defender a los indígenas de los abusos.

Ordenes religiosas

Las órdenes religiosas llegaron al Perú durante el proceso de invasión y colonización española a América. Fueron organizaciones pertenecientes a la iglesia católica, tuvieron como labor adoctrinar a los indígenas, además fundaron conventos y monasterios por todo el territorio virreinal.

A. Dominicos:
- Llegaron al Perú en 1532.
- Administraron el Tribunal de la Santa Inquisición.
- Fundaron la Universidad Mayor de San Marcos (UNMSM).
- Fray Domingo de Santo Tomás fue autor de la “Primera Gramática o Arte de la Lengua General de los Reinos del Perú”, con un vocabulario quechua anexo.

TRIBUNAL DE LA SANTA INQUISICIÓN: Denominado también Tribunal del Santo Oficio, fue establecido en el Perú en 1570 durante el gobierno del Virrey Francisco de Toledo. Su objetivo fue velar por los intereses de la Iglesia católica, combatiendo las herejías, la brujería y las religiones ajenas a la fe católica. Los indios estaban fuera de su jurisdicción.

B. Franciscanos:
- Arribaron en 1532.
- Fue la orden con mayor número de miembros en el Perú.
- Fundaron muchas misiones en la selva central (Convenio de Ocopa).

C. Mercedarios:
- Llegaron en 1533.
- Fueron criticados por su excesiva acumulación de bienes materiales.

D. Agustinos: Llegaron al Perú en 1551.

E. Jesuitas:
- Arribaron al Perú en 1568.
- Lentamente desplazaron a los dominicos en poder e influencia.
- Desarrollaron una intensa labor educativa a través de los colegios especiales para caciques.
- Se apoyaron en una poderosa maquinaria económica
- Se convirtieron en los propietarios de las mejores haciendas costeñas.
- En 1603, el jesuita Ludovico Bertonio publicó una “Gramática” y un “Vocabulario de la Lengua Aimara”.
- Establecieron misiones en la región de Maynas (Amazonas – San Martín) y Juli (Puno).
- También son famosos sus misiones en el Paraguay.
- Fueron expulsados por Carlos III de Borbón en 1767, durante el gobierno del Virrey Manuel Amat y Juniet.


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