Los tres socios de la conquista

Los tres socios

Los tres socios son Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de luque.

 

Francisco Pizarro

Pizarro nació en Trujillo el 16 de marzo de 1478 y murió asesinado en Lima el 26 de junio de 1541. En el momento de la conquista de Perú era un hombre cercano a los 50 años de edad que había tenido una vida aventurera y estaba en busca de fortuna para su vejez.

En la Compañía de Levante sus funciones estaban perfectamente claras: él sería de nuevo el líder o jefe militar de la segunda expedición, habida cuenta de sus conocimientos y destrezas.

Diego de almagro

Nació en 1475 en Almagro, España, y murió en el Cuzco, Perú, en 1538. Su obstinación y ambición por conquistar los territorios del sur al igual que su compañero de aventuras Francisco Pizarro, lo llevaron a insistir en esta empresa.

Llegó a América en 1514 acompañando la expedición a Panamá dirigida por Pedro Arias Dávila. Después se asoció con Pizarro en las dos expediciones al sur.

Luego de firmarse la Compañía de Levante, Almagro asumió la responsabilidad de la logística, las comunicaciones y la intendencia o planeamiento de la expedición y el reclutamiento de los expedicionarios.

Más joven que Pizarro, Diego de Almagro se había ganado una reputación como soldado valiente y expedicionario, aunque no había logrado escalar posiciones como adelantado.

Búsqueda de Pizarro

Para la primera expedición al sur, Almagro tomó la iniciativa de fletar un navío para ir en búsqueda de Pizarro, de quien no había recibido noticias. Fue así como se embarcó en una travesía junto a unos sesenta hombres.

Durante el viaje divisó rastros del Santiago, la embarcación de Pizarro. También llegó hasta el llamado Pueblo quemado, el fortín que el conquistador español había incendiado para desquitarse del feroz ataque indio contra él y su tropa.

Almagro intentó asaltar y tomar el pueblo indígena, pero la ferocidad mostrada por los nativos lo hizo cambiar de idea y retroceder. Durante el enfrentamiento, el conquistador recibió un flechazo en un ojo que lo dejó tuerto de por vida. Un esclavo negro que viajaba junto con él logró salvarlo de una muerte segura.

Pizarro ignoraba que su amigo y socio estaba tras su búsqueda en el navío San Cristóbal. Malherido y sin poder encontrar a Pizarro, Almagro decidió embarcarse de regreso a Panamá. Al llegar al archipiélago de Las Perlas, supo que el Santiago y sus sobrevivientes habían regresado a Panamá y que Pizarro aguardaba en Chochama.
Seis meses antes Pizarro había emprendido la primera expedición, a mediados de 1525. Entonces, Almagro tomó rumbo a Chochama para reencontrarse con su compañero de aventura a quien encontró en muy mal estado. Fue un encuentro muy emotivo.
A pesar de esta circunstancia, convenció a Almagro de regresar a Panamá y planificar una nueva expedición, la segunda, que tuvo igual resultado que la primera. Fue en ese momento cuando se asociaron nuevamente en la Empresa de Levante para obtener fondos e insistir en la conquista de Perú.

Hernando de Luque

Fue un sacerdote andaluz nacido en Morón de la Frontera, de quien no se dispone mayor información acerca de sus primeros años de vida. Al igual que Almagro, Hernando de Luque también se embarcó en la expedición de Pedro Arias Dávila (Pedrarias) a América.

Vivió en Panamá, donde prestaba sus servicios de maestrescuela. Tenía vocación para los negocios, lo que lo convirtió en un hombre adinerado junto con sus amigos y socios Gaspar de Espinoza y Pedrarias Dávila.

En la Compañía de Levante él asumió las funciones de gestionar la captación del capital necesario para el financiamiento de la empresa, así como de obtener la respectiva cobertura legales y protección política.

Empresa de la conquista

Para la conquista de los territorios del sur, en los que se suponía la existencia de ricos yacimientos de oro y otros metales preciosos, se fundó la Compañía de Levante. Se llamó así porque buscaba conquistar los territorios situados el sureste del istmo. Esta empresa fue conocida también como el Pacto de Panamá, porque fue allí donde se suscribió.

El pacto se firmó el 10 de marzo de 1526 con ocasión de la segunda expedición de Pizarro, Almagro y Luque al Perú. Se dice que el pacto de descubrir y conquistar Perú ya había sido firmado dos años antes con motivo de la primera expedición al sur, pero no hay ningún documento que lo pruebe con certeza.

Para la segunda expedición al Perú, y gracias a las gestiones del clérigo Hernando de Luque, los tres socios obtuvieron la licencia para emprender la empresa, previo pago al gobernador de tierra firme, Pedro Arias Dávila, de 1000 castellanos de oro.

Arias Dávila había participado como socio en la primera expedición al Perú y era el funcionario que expedía este tipo de licencias. Como indemnización recibió la suma de dinero acordada y se desvinculó de la empresa.

En el acuerdo suscrito para la creación de la Empresa de Levante se dejó constancia del aporte de Hernando de Luque de 20 000 castellanos de oro para cubrir los gastos de la expedición. La Compañía de Levante fue un modelo de empresa privada utilizado durante la Conquista de América para financiar las expediciones colonizadoras.

En estas empresas participaban los socios capitalistas, los colonos y comerciantes interesados y los conquistadores que dirigían las expediciones.

 

Capitulación de toledo

En 1528 Pizarro volvió a Panamá y dio la buena nueva de haber descubierto el Imperio de tahuantinsuyo (inca). Sin embargo, la noticia no fue bien recibida por el gobernador, Pedro de los Ríos, quien le puso obstáculos al conquistador para emprender una nueva expedición, la tercera.

Fue entonces cuando los tres socios tomaron la decisión de negociar con el rey directamente la conquista del Perú. Pizarro viajó a España en octubre de ese año con la misión de convencer al rey Carlos V, acompañado de Pedro de Candia y cargado de regalos para el monarca.

Hernán Cortés, pariente suyo y conquistador de México, hizo los arreglos para que fuera recibido por el rey en Toledo, a quien expuso sus planes. Pizarro negoció los términos con el Consejo de Indias y le fue otorgada la Capitulación de Toledo el 26 de julio de 1529.

Con la autorización de conquistar el Perú firmada por la madre de Carlos V, la reina Juana la Loca, Pizarro regresó a Panamá. El documento le permitió a Diego de Almagro ser elevado al rango de hidalgo y nombrado gobernador de la fortaleza de Tumbes, aparte de la asignación de una bondadosa renta anual de 300 000 maravedíes.

Por otra parte, el cura Hernando de Luque fue propuesto como obispo de Tumbes al papa. A cambio, la Corona obtendría el quinto real (20 % de las riquezas) que lograran en la empresa. Si bien la capitulación beneficio a los tres socios, fue la fuente de discordias entre ellos.

Los viajes

El 13 de setiembre de 1524 partió de Panamá el primer viaje de esta empresa de conquista.

El mismo gobernador de Panamá, Pedro Arias Dávila, autorizó la expedición. La ruta trazada por los expedicionarios siguió, hacia el sur, la costa del Pacífico de las actuales Panamá y Colombia.

La travesía fue dura y probablemente desalentadora en muchos momentos. En todo caso, tenemos diferentes razones para creerlo. Por un lado, el hecho de que la expedición regresara a Panamá sin traspasar los límites de la actual Colombia, nos habla de la falta de incentivos y de recursos encontrados para continuar el viaje.

Asimismo los estragos que los enfrentamientos con los nativos ocasionaron en la hueste conquistadora, uno de ellos; la pérdida del ojo de Diego de Almagro.

Finalmente los sugerentes nombres con que los miembros de la expedición fueron bautizando los lugares en los que hacían tierra, nos hablan de su desaliento y de las penurias que enfrentaron en el viaje (Puerto Deseado , Puerto Quemado y Puerto del Hambre, son claros ejemplos de ello). El caso es que una vez alcanzada la desembocadura del río San Juan se puso fin al primer viaje y se inició el retorno a Panamá.

 

Primer Viaje
El primer viaje fue considerado como Viaje explorador, llevandose el inicio el 14 de noviembre de 1524.
Pizarro partió del Puerto de Panamá, con un barco y alrededor de 80 hombres.

Lugares explorados:

Isla de las Perlas.
Chochama.
Puerto de Piñas.
Puerto del Hambre.
Pueblo Quemado: Tierras del Cacique de las Piedras.


Segundo Viaje
En 1526 partió el segundo viaje. En el mes de Agosto de dicho año se alcanzó nuevamente el río San Juan y esta vez la expedición continuó su camino hacia el sur.

Sin embargo el viaje se hacía cada vez más penoso sin que se encontrara recompensas que justificara los sacrificios. En medio de estas desalentadoras circunstancias, el piloto Bartolomé Ruiz descubrió una balsa de nativos cuando realizaba una misión de reconocimiento. La captura de la balsa trajo como botín una inmensa cantidad de textiles, así como grandes cantidades de objetos de cerámica y de las tan ambicionadas piezas de metal.

Asimismo fueron capturados tres de los pasajeros de la balsa, quienes posteriormente fueron llevados a España, y más adelante servirían de intérpretes en la conquista del Tahuantinsuyo.

Una vez alcanzada la isla del Gallo, Diego de Almagro fue comisionado a Panamá con el fin de traer refuerzos y provisiones para la expedición. Sin embargo hombres y recursos no fue lo único que llegaría de Panamá.

El capitán Juan Tafur, será enviado por el gobernador de Panamá a la isla del Gallo con el fin de llevar de regreso a los expedicionarios a. Se dice que uno de los hombres de la expedición que legó con Pizarro a la isla del Gallo, envió un mensaje oculto al gobernador de Panamá en el que decía: ¡Ah señor gobernador! Miradlo bien por entero allá va el recogedor y acá queda el carnicero.

Es en estas circunstancias en las que supuestamente habría ocurrido el famoso suceso de la isla del Gallo, en el que, se dice que Francisco Pizarro trazó una línea en la arena, ofreciendo así a sus hombres la elección entre volverse ricos si cruzaban la línea en dirección al Perú, o regresar a Panamá, seguros, pero pobres. La tradición nos dice que sólo 13 hombres decidieron cruzar la línea y continuar con la empresa; los demás retornaron a Panamá.

Tercer Viaje

Pizarro sale de Panamá el 20 de enero de 1531, con la autorización y títulos otorgados por el Rey de España, con tres barcos, 185 hombres, 37 caballos, 3 religiosos y 1 mujer española llamada Juana Hernández y además algunas piezas de artillería.

Debido a los temporales desembarcan en San Mateo y siguen por tierra hasta Guayaquil. De allí se dirigen a la isla Puna, donde reciben un refuerzo de 100 hombres, a las órdenes de Hernando de Soto y Sebastián Benalcázar. En 1532 desembarcan en Tumbes, venciendo a los naturales en un combate.

En este tercer viaje, Francisco Pizarro funda la ciudad de San Miguel de Piura el 15 de julio de 1532 y se entera que Atahualpa era el vencedor de la Guerra Civil que tenía con su hermano Huáscar y además que se encontraba en Cajamarca. Los españoles llegan a éste lugar el 15 de noviembre de 1532.

Pizarro envía a saludar al Inca usurpador, el cual se encontraba en los baños de Cajamarca, y pide a Hernando de Soto que solicite una entrevista al Inca, éste envía presentes y promete al día siguiente una entrevista. Enterado de lo acontecido, Pizarro, prepara a su gente, para que al grito de ¡Santiago!, la caballería, infantería y artillería entrara en acción y atacasen al Inca.

Al día siguiente, el padre Valverde le presentó un breviario al Inca cuando era llevado en andas, y le solicitó se haga cristiano y tributario del Rey de España, todo esto a través del intérprete Filipillo. El Inca encolerizado, arrojó el libro, y tal como se había planeado a la voz de ¡Santiago!; los indios fueron sorprendidos y atacados, produciéndose una carnicería, siendo apresado el Inca Atahualpa, el resto huyó atemorizado, el 26 de Julio de 1533, se pone fin al Imperio Incaico con la muerte de Atahualpa.

 

 


Soporte & Ayuda

Diseña tu viaje

Sin obligación.

Póngase en contacto con nosotros

Teléfono: +51 987 975831

Soporte heroico las 24 horas.

Chatea ahora

Contactenos por:

Whatsapp