Arte, música, danza, textilería, cerámica y orfebrería Inca

Arte Inca

El arte inca es un conjunto de técnicas innovadoras y de representaciones artistas que fueron una continuidad de las artes tradicionales anteriores, por ello se trabajó más en los textiles, la cerámica, la piedra y la orfebrería. El arte incaico, muchas veces influenciado por los motivos religiosos, se vinculó a la artesanía en sus distintos aspectos y buscó la belleza. Una vez se cogió experiencia local, los incas fueron desarrollando y creando un nuevo arte fácil y sencillo que comenzó introduciendo habilidades y técnicas de las zonas conquistadas. Además, esta modalidad de arte se convirtió en un arma divulgadora de una importancia muy grande.

A la hora de hablar de la construcción de templos y viviendas los antepasados incas usaban elementos como la piedra o el adobe, la primera de estas materias era trabajada de manera precisa y delicada porque poco después de la construcción de las viviendas si no se trabajaba bien la piedra no cabía ni encajaba las piezas. Muchos de los conocimientos que los incas estuvieron influenciados por el arte de otros pueblos como por ejemplo los chimú, de quienes aprendieron a manejar el metal. A diferencia de las viviendas, cuando se construía una fortaleza solían usar grandes piedras con dimensiones enormes, sin embargo, cuando se construía algún palacio usaban piedras mucho más pequeñas.

Como ocurrió en otras culturas antiguas, el arte incaico en especial la arquitectura, estuvo al servicio del Estado imperial, puesto que lo hacía tanto visible como funcional y fue importante por el rol que jugó en las relaciones de reciprocidad y distribución, como ocurrió con la cerámica y los textiles. 

Música Inca

La música es una parte integral de cada cultura. Es una manera de comunicación que pasa por generación a generación y relata la historia del varios grupos. En Perú, la música originó en los Andes por los Incas. Esta tribu de indios era una civilización que dominaba entre 1400-1532. Con la llegada de los conquistadores españoles vinieron varias influencias españolas incluyendo la música. Junto con los españoles vinieron los africanos quienes influyeron la música también. Como la civilización ha experimentado más contacto con el mundo, los elementos extranjeros influyeron la música de Perú también. Las culturas de los Inca, los españoles, y los negros y las influencias extranjeras resultaron en tres tipos de música en Perú: la indígena, la tradicional, y la contemperaría.

Originalmente la música Inca fue tocada en los Andes, en áreas rurales. Desgraciadamente no hay mucha información sobre la música Inca a causa de la ausencia de material escrito. Sin embargo, se puede encontrar un poco de información en objetos de ceramica, tumbas antiguos, y en algunos dibujos. "Los huacos de las culturas mochica y nazca de la costa del Perú precolombino informan gráficamente sobre sus músicos e instrumentos. En la cerámica mochica aparecen dioses, hombres, y esqueletos humanos tocando flautas pandeadas, flautas parecidas a la quena y trompetas." Una cosa que los científicos saben es que, en 1897, José Castro descubrió que mucha música inca tenía un base pentatónico. También, los dibujos de Garcilas de la Vega El Inca y Guamán Poma de Ayala tienen muchas referencias a la importancia a música de los Inca.

Los incaicos han considerado la música, el sonido, como algo viviente, material. La voz misteriosa que salía de algún instrumento no era para ellos un fenómeno físico que hubieran podido explicar. Era mucho más que eso. Era materia viva, algo misterioso, un sonido que no sabían de donde venía, pero que suponían que tenía influencias insospechadas sobre los hombres y hasta sobre las bestias

Este es el motivo por el que han conferido un caracter específico a los instrumentos musicales. Les han asignado un poder que consideraban que no residía en la materia de que estaban hechos, y tampoco explicaban su influencia como la derivación de su forma o de su color, sino que este poder vivía y se manifestaba exclusivamente en la voz producida. Era el sonido el que transmitía vida al material inerte que utilizaban para sus instrumentos, y consideraban que esa voz disponía de una fuerza potencial, por eso acompañaban sus luchas con el sonido de los instrumentos.

Vemos en Montesinos, al describir el encuentro entre el Inka Wayna Kapaj y el rey de Kayambe que:

"El inka dióle (al rey) batalla, rompiendo con gran estruendo " de atabales, bocinas y antaras, que parecía se hundió aquel " contorno".

Aquel pandemonio sonoro que los instrumentos lanzaban a los cuatro vientos representaba para los guerreros un complemento bélico más, una ayuda suplementaria, ya que las voces ruidosas, en el concepto de ellos, soltaban sus espíritus rugientes para que lucharan hombro a hombro con las huestes. Como todos los fenómenos de la naturaleza, las fuerzas elementales representaban en la imaginación incaica manifestaciones de un mundo vivo. Para ellos existían las voces y rudos de sus instrumentos y han poblado el animado retablo de su universo.

"Cada vez cuando la luna se enfermó (durante sus eclipses) " parecía que tenía que morir. Entonces tocaron sus trompetas, " cornetas, caracoles, atabales y tambores y cuantos instrumentos " podían haber". (Garcilaso.)

En la crónica de los frailes agustinos existe otra referencia al respecto:

"Es cosa de espanto y de vocería y llantos que hacen, cuando " la luna o el sol se eclipsan, que cierto la primera vez que lo vi '" dice el cronista, pensé que el mundo se hundía y llorando y " dando gritos dicen a la luna que como dije antes llaman Mama-" Quilla, madre luna: no te mueras, vuelve a vivir".

Este concierto de voces plañideras y ruidos de instrumentos era la sinfonía ritual de un pueblo que tenía fe ciega en los poderes celestiales y pretendía conmoverlos con la fuerza mágica que suponían existente y real en los sonidos.

Con la misma decisión enfrentaban a los fenómenos naturales, como por ejemplo los granizos.

"Los echan (a los espíritus malignos que suponían existir en " el granizo) con armas y tambores, flautas y trompetas y campa-" nulas y dando gritos". (Guarnan Poma.)

Referente a la verdadera música incaica, solamente existen las relaciones que la expresión musical de aquella civilización tiene con el "folklore" que se conoce en los países andinos del Altiplano, del Perú serrano, y con la música que se recopiló en las regiones del Noroeste argentino, ya en nuestra época. Aunque la música indígena de nuestros tiempos muestra una marcada influencia hispánica y solamente ha conservado pocas características genuinas, determinados musicólogos tratan de reconstruir sus elementos puros. Entre ellos sobresalen el argentino Carlos Vega y los esposos franceses D'Har-court.

He aquí algunas características generales de la música inca:

a.- La música inca era "pentafónica", porque dominaron cinco notas musicales, sin tonos intermedios (do, re, fa, sol, la)

Uno de los elementos fundamentales de la música incaica era indudablemente la escala pentatónica, que desconoce las medias tonalidades. El origen de esta modalidad es netamente asiático. Su difusión se puede seguir a través de los instrumentos especiales que lo interpretan. Su ruta desde las grandes mesetas de Asia Central siguió dos direcciones señaladas por un lado por las mandolinas de bambú de África, por las liras de cinco cuerdas de Abisinia y por el Kisar de Etiopía; mientras la otra ruta pasaba por Oceanía, señalada por la guitarra de los malayos y por las flautas de Pan de los polinésicos, llegando en la forma de "antaras" a la región andino-americana.

b.- La mayoría de instrumentos estaban hechos de arcilla, hueso y/o madera.

Los Inca usaban la quena (una flauta vertical) la cual era hecha con caña, la antara (panpipes la cual era de hueso de algún camélido u otro similar) y el pinkullo (un tipo de ocarina). Estos instrumentos pueden tocar melodías, pero los Inca no saben polyphonía. Polyphonía es música con dos o más melodías independientes que parecen juntos. Para oír el efecto de la música, se necesitan todos los instrumentos. La cooperación que la música reflejaba se puede ver en muchos aspectos de la vida cotidiana.

c.- La música tenia objetivos profanos, religiosos y guerreros. Los dos primeros con letra y tonalidades espirituales.

d.- La música era esencialmente popular y de múltiples expresiones, manifestándose especialmente en la danza. Constituyendo este este arte sumamente sentimental, melancólico y monótono.

EL JAILLI:

La expresión de la música que acompañaba las labores rurales era rítmica, acompasada y alegre. Cantaban cuando preparaban la tierra, cuando sembraban la semilla, cuando recolectaban los frutos de sus esfuerzos. En aquellas ocasiones los "Jaillí" eran verdaderos cantos de triunfo del trabajo, de la perseverancia y de la fe, como son los himnos sagrados de la humanidad que expresan siempre los sentimientos relacionados con la vida y con los dioses. Eran cantos de la esperanza y del agradecimiento dirigidos al creador.

Otras canciones "Jailli"' entonaban los incaicos en los tiempos de guerra. En ellas evocaban la valentía y sabiduría de sus jefes, y después de la victoria cantaban el triunfo y las hazañas de los guerreros y la derrota del enemigo.

EL ARAWI:

Distinta era la música lírica, amorosa. Sus versos eran melodías, sus cantos los "arawi" del amor suplicante o los "Jaray arawi" del amor doliente o el canto de la belleza de la amada "Kusi arawi". Cuando cantaban la alegría de la vida en sus "Sumaj arawi", o la gracia de sus amadas en "Warijsa arawi", en sus melodías existía el acento eterno del deseo y una suave y delicada alegría armoniosa.

EL WAKAKI:

Otra clase de música era la que acompañaba los versos "Wa-waki". Era el canto alegre, chancero, galanteador. Se cantaba principalmente durante el tiempo de madurar las plantas, cuando la juventud debía cuidar las sementeras. Al son de estas canciones pasa-, ban las noches cantando estos diálogos musicales.

EL WAYÑU:

La expresión de la música lírica era el "Wayñú", conocida en nuestros días como el "huayñu", que reunía las tres formas artísticas de la expresión: la poesía, la música y la danza a la vez. Era la interpretación de la naturaleza. Captaba tanto la placidez de los llanos como la majestad tormentosa de las montañas. En él está presente la fuerza telúrica misteriosa que unía al hombre incaico con la tierra.

 

LA WAYÑA:

La "Wayña" era la danza cantada de tipo colectivo; varias parejas de ambos sexos, uniendo sus manos y colocados de frente, cantaban la melodía sencilla y se movían a un ritmo marcadamente lento.

Danza Inca

Danzas Incas: Los bailes incas fueron colectivos y coreográficos, con un criterio práctico se dividió las danzas en la de los nobles y del pueblo y subdividiéndose esta última en guerreras, agrícolas, pastoriles y regocijo.

Kaswa (danza dela alegría popular).
Kachampa (danza guerrera).
Ayamarka (danza funeraria).
Haylli (danza campesina colectiva).
Inti (danza del Sol).

  1. Danzas Nobiliario.
  2. Danzas Guerreras.
  3. Danzas agrícolas de Uaricsa Araui.
  4. Danzas de Auricsa Arui.

Textilería Inca

El tejido en el Perú, es un legado que tiene una existencia más de 2000 años de antigüedad, viene de épocas pretéritas que proceden del gran estado inka del Tahuantinsuyo.

Producción: Los textiles, en la sociedad inca, fueron uno de los sistemas de tributación laboral (Murra J. 1970: 584; Roussakis V.-Salazar L. 1999: 269). Esto se debió en parte, porque los textiles - quizás por su belleza y finura- se transformaron en un bien preciado que cumplían un rol fundamental en la política para compensar servicios, reforzar alianzas, garantizar las lealtades, como regalos que el Inca hacía a sus servidores, a los señores principales, a la nobleza, al ejército y como parte de la parafernalia de las actividades de culto.

Producción a Nivel Doméstico: La producción de textiles a nivel doméstico fue destinada tanto para satisfacer las necesidades de los runas o gente del pueblo, como del Estado, en calidad de tributo y de la elite, siendo tarea principalmente de las mujeres (Garcilaso de la Vega I. 1995).

Producción a Nivel Estatal: Existió, dentro del sistema de producción inca, una especialización en la manufactura textil cuyos artesanos, mujeres enclaustradas y hombres especialistas, se denominaron acllacunas y cumbicamayocs respectivamente (Rowe A.P. 1995-1996).

Materias Primas: Diversas fueron las materias primas utilizadas en la fabricación de textiles en el Perú prehispánico. Entre ellas, encontramos fibras de especies tanto vegetal como animal. Esta variedad se debe en parte por la diversidad ecológica existente en el territorio de lo que es actualmente el Perú, y que fue ocupado por una multitud de culturas desde el Pre-cerámico hasta los incas.

El hilado fue básicamente una tarea de las mujeres, aunque en algunos casos los hombres ancianos podían ayudarlas (Garcilaso de la Vega I. 1995).

El hilado se realiza mediante la utilización del huso o rueca y transforma la materia prima en bruto, formada por fibras, en un hilo que será el elemento base para la confección de un textil. Este hilo se forma tomando en una mano el material como la lana o el algodón, torciéndolo entre los dedos y girándolo alrededor del huso, en un movimiento de rotación con la otra mano para obtener el grosor deseado y de manera uniforme (Roussakis V.-Salazar L. 1999).

Teñido: el rojo, naranjo, violeta y escarlata púrpura de la cochinilla

De origen mineral: - el rojo del cinabrio artificial, mezcla de azufre y mercurio

El púrpura de mariscos conchiles.

Tela de Chusi: Esta tela no era utilizada para la vestimenta, sino para la confección de alfombras y frazadas.

Tela de ahuasca: Estas telas de ahuasca eran piezas bastas y ordinarias que eran tejidas con fibra de llama, las cuales eran destinadas para la confección de la vestimenta de la gente común o los runas.

Tela de cumbi: El cumbi era exclusivamente destinado a la elite inca y no podían tener acceso a él los runas o gente del pueblo. Garcilaso de la Vega (1995).

La Iconografía Inca puede encontrarse en cerámicos, textiles, orfebrería, y en otros elementos de la cultura precolombina peruana. Muchos de estos símbolos y dibujos se siguen empleando actualmente por los pobladores de los andes, que mantienen muchos usos y costumbres ancestrales.

Cerámica Inca

La cerámica inca se caracteriza por sus superficies pulidas, su fina decoración representativa de tendencia geométrica y el uso de los colores amarillo, negro, blanco, rojo y anaranjado. Solían pintar rombos, líneas, círculos, animales y frutos estilizados, así como plantas y flores. Las aplicaciones modeladas no fueron comunes en la decoración. Se conoce una amplia variedad de formas, tanto de cerámica fina, como de la doméstica sin decoración. Existieron diferentes tipos de cántaros: con base cónica, ollas con asas lateral, ollas trípodes, platos con asa y pintura interior, tostadores con boca lateral y trípode, etc. El prestigio alcanzado por la alfarería inca hizo que en muchos lugares conquistados se copiara sus formas y decoraciones. Generalmente se producía una mezcla de los estilos locales con el estilo inca, y se encuentran piezas Chimú - Inca, Chancay, etc.

El aríbalo:

Es la forma más característica de la cerámica inca. Se trata de un cántaro de cuello largo y base cónica. Antiguamente lo llamaban macka o puyñun. El nombre aríbalo se le ha dado por su parecido con las vasijas griegas conocidas como aryballus. Era usado para servir la chicha en las fiestas importantes. La base descansaba en un hoyo hecho en el suelo y se inclinaba para vaciar su contenido, labor que resultaba fácil gracias a su amplia boca. Se han encontrado finos aríbalos en entierros acompañando a los difuntos. Para transportarlo se pasaba una cuerda por las asas y por un pequeño apéndice en forma de botón que representa un rostro felino. Se colocaba en la espalda y la cuerda era sujetada con las manos y los pies.

 

 

Los Queros:

Los queros (keros) fueron vasos de madera hechos por los incas. Los queros son vasos de regular capacidad mayormente de carácter ceremonial que eran decorados con dibujos planos o figuras tridimensionales. Se han encontrado muchos queros adornados con cabezas de felinos, pumas o jaguares, algunas veces con incisiones en metal y piedras preciosas en los dientes y los ojos. Durante la época colonial los motivos pictóricos de los queros adquirieron mayor complejidad, evocándose escenas de la historia inca. Atrajeron la atención de los estudiosos por la iconografía o pinturas decorativas. El centro de su fabricación y uso fue el Cusco.

El Estado inca estableció distintos tipos de relaciones con los ceramistas locales y aprovechó de diferentes maneras sus técnicas y estilos alfareros. Se movilizaron vasijas de estilo local y se las hizo circular por todo el territorio, fusionándose de esta manera las diferentes técnicas existentes. Igualmente, se intensificó la producción en las comunidades alfareras tradicionales y se crearon comunidades de artesanos especializados, los cuales fueron trasladados a otros lugares en calidad de mitmaqs (mitimaes), para poder difundir el estilo inca imperial. Es frecuente encontrar en el norte de los Andes evidencias de la difusión que tuvo la cerámica chimú y posteriormente la cerámica fusionada chimú-inca, como una muestra de la forma en que los incas aprovecharon los aportes culturales de los señoríos que fueron anexando a su Estado, combinándolos con su propia cultura.

Orfebrería Inca

Obviamente, el trabajo no empieza con los inkas en el tardío, sino que se manifiesta como herencia cultural recibida de dos centros culturales importantes: Chavín donde ya se trabajaba metales dando prioridad al oro, en el cual surgieron 700 años A.C y también el otro centro cultural es la Cultura Tiawanaku en 300 D.C con preponderancia del bronce.

La mezcla del metal se realizaba con herramientas diseñadas por el propio hombre. Hablaremos pues sobre los hornos, ya que dicha fusión se efectuaba dentro de hornos de gran tamaño, llamados Huarapaya, estos hornos se ubicaban en zonas con mucho viento, con el fin de que el fuego se mantenga siempre encendido. Aparte de la gran cantidad de viento que existía en esa zona, los incas también se ayudaban con la acción de los hombres, en este caso ellos mantenían el encendido utilizando largas cañas, las cuales se utilizaban para soplar en su interior aumentando así la inflamación del fuego. De este modo los incas orfebres trabajaban con la temperatura ideal en sus hornos, a temperaturas elevadas conseguían fusiones perfectas en sus trabajos. Con ello se categorizaban como objetos muy importantes ya que estaban relacionados al culto religioso y servían para poner a conocimiento el rango de la persona que lo usaba.

La tecnología inka, estuvo principalmente referida al beneficio del oro, plata, mercurio, plomo, estaño y aleaciones derivadas de estos metales como será bronce, oro-bronce (Tumbaga), oro-plata y plata-cobre.

El Dr. Danilo Pallardel Moscoso, acota que dichos materiales eran extraídos de yacimientos y en el caso del oro, tan bien de depósitos detríticos o lavaderos. - De esta manera, cobran mayor importancia los yacimientos de oro de Carabaya (Puno), Chuquiapo (La Paz), Marcapata (Cusco), Curimayo (Cajamarca), Parinacocha (Ayacucho), Qochasaywas (Apurímac).

Referencias

1.- Gustavo Pons Muzzo: Historia del Perú (El Imperio Incaico).

2.- Amadeo Valer Farfán: El Qosqo Inka y sus Atractivos Arqueológicos a la luz de la ciencia.

3.- Rostworowski, María (2004). Enciclopedia Temática: Incas. Orbis Ventures.


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